Por lo general, cuando le sucede algo difícil, doloroso o complicado. Luego, para obtener apoyo y hacer frente a sus estados interiores de manera más eficaz, una persona acude a un especialista. Algo ya sucedió en realidad, ahora necesita entender qué hacer con eso … A una persona le parece que tiene algunos sentimientos difíciles, precisamente porque algo sucedió afuera, por ejemplo: divorcio, despido, mudanza, etc. Un especialista en el campo de la psicología ayuda a comprenderse a uno mismo: identificar los sentimientos, entender de qué se tratan y darse cuenta de cómo puede comportarse una persona para enfrentar sus sentimientos de manera óptima.
¿Hay alguna idea en este enfoque de que los sentimientos desaparecerán por completo? No.
Los sentimientos permanecen, simplemente una persona aprende a vivir con ellos, interactuando consigo misma de alguna manera, para que no sea tan dolorosa, sufrida, solitaria, etc.
Este tipo de ayuda es adaptativa. No cambia nada fundamentalmente, pero facilita la existencia de una persona, tanto en términos de contacto consigo misma como en términos de inserción en la sociedad.
La idea de que los sentimientos se pueden cambiar radicalmente tratando con ellos no al nivel de la conciencia, sino más profundamente al nivel de los estados interiores; ¡es relativamente nueva e increíblemente prometedora!
Como todo lo nuevo, la forma de trabajar con la psique a nivel de cambiar los sentimientos puede encontrar desconcierto o desconfianza. Pero esto es normal, porque una vez que aparecieron los antibióticos, que cambiaron y mejoraron radicalmente la vida tanto de un individuo como de toda la humanidad, las personas se sintieron de de una forma distinta.
Además, un nuevo enfoque se basa en el hecho de que no son los eventos externos los que provocan lo que siente una persona, sino que el estado interno en sí mismo es la causa fundamental que desencadena (a través de la formación de un determinado comportamiento humano) la aparición de situaciones correspondientes en la realidad.
Entonces, hoy en día cualquier persona no solo puede adaptarse a sus sentimientos, sino también cambiarlos. Esto se hizo posible en el momento en que los investigadores de la psique sugirieron que los sentimientos no son personales, no son individuales, no pertenecen sólo a la misma persona, sino que son transpersonales y se transmiten de generación en generación según el sistema familiar.
En la actualidad, el enfoque para trabajar con sentimientos a través del tratamiento con escenarios familiares está increíblemente profundizado y trabajado con gran detalle gracias al método GSR. La capacidad de cambiar los estados internos complejos siguiendo un esquema simple y comprensible de tratar con uno mismo con la ayuda de las hojas de papel/folios, hace de este método una herramienta de autoayuda accesible para todo el mundo en cualquier situación en la vida. Además, para los usuarios más «avanzados», el método GSR se convierte no tanto en una forma de autoayuda, sino en una herramienta para el autodesarrollo y el crecimiento personal. Permite no solo resolver los problemas y lograr todas las metas en la vida, sino también transformar profundamente la personalidad de una persona, incluyendo sus hábitos, dónde enfoca su atención, sus rasgos de carácter, cosmovisión, pensamientos, etc.
Resulta que tratarse uno mismo con la ayuda de GSR, puede hacerte crecer o mejorar mucho más allá del patrón social generalmente aceptado «Me siento mal, voy a buscar ayuda psicológica fuera». En el momento en que una persona que practica GSR por primera vez identifica (a través de análisis de introspección) que es posible «reparar» algún punto débil y difícil en su psique incluso antes de que se manifieste en el exterior: En este momento el enfoque para trabajar con uno mismo se revela de una manera nueva. Un modelo diferente de interacción con la propia psique le permite a uno cambiarse preventivamente incluso antes de que cualquier punto débil interno en los sentimientos provoque eventos externos desagradables, conflictivos y destructivos, que se realicen a través de un cierto comportamiento de la persona misma.
GSR se destaca notablemente entre otros métodos y prácticas de trabajar con la psique, ya que le permite a una persona avanzar hacia cambios y mejoras no solo desde el punto/lado «malo» interno, sino también desde el punto/lado «normal/regular» e incluso desde el «bueno». Después de todo, la idea de que es posible e interesante crecer y desarrollarse donde una persona ya es tan buena, por mi opinión, literalmente no existe en la sociedad.
Pero, sin embargo, es increíblemente entretenido y, de hecho, es una especie de autoexploración profunda: ¿de qué soy capaz, qué me interesa, qué recursos me aportan, y puedo ser diferente, amar algo más, cómo cambio yo mismo, en qué me involucro y por qué exactamente estos objetivos me activan?… y muchas más preguntas y descubrimientos sobre uno mismo pueden aparecer tratándose consigo mismo al practicar el método GSR.
Al cambiar un sentimiento que no le pertenece, la persona tiene la oportunidad de sentir en mayor medida lo que es “suyo” y “propio” en él/ella, y neutralizar lo que se trae del sistema familiar y funciona como parte de sus programas, sus escenarios y sus esquemas internos antiguos.
Y resulta que el/ella que hace sesiones de GSR para sí mismo (solo o con un especialista), y en mayor medida, él/ella mismo es más verdadera/auténtica que cualquier otra persona sin GSR.
Una persona viva, abierta, que no necesita máscaras ni roles, porque no necesita adaptarse a experimentar sentimientos familiares (que tenemos de antepasados), es una persona interiormente más libre, más ingeniosa y mucho más eficaz en la realidad.
Cualquiera puede convertirse en uno.
¡Incluso una sesión de GSR cambia mucho!
Para un gran número de participantes de GSR, cambió el rumbo de todo, dándoles la oportunidad de gestionar a sí mismos y a sus vidas.
Es respetuoso hacia la psique humana, con cuidado, sin ningún peligro y con mucho amor.