¿Te has planteado alguna vez por qué sufres?

Nos hemos acostumbrado a culpar al otro (o a la otra) de nuestros sentimientos (dolor, daño, sufrimiento…). Desde luego es más fácil pensar que es el otro quien nos daña, con sus acciones, con sus conductas, con sus comportamientos o con sus hábitos, etc.

Responsabilizarse de nuestros sentimientos es mucho más difícil y aún más ser conscientes de que somos nosotros mismos con nuestras expectativas al otro, a lo que va a pasar, a lo que va a ser la relación.

Dentro de nosotros se genera sufrimiento cuando no se cumple aquello que hemos deseado o alimentado con nuestra imaginación.

Si en algún momento descubrimos que no es lo que esperamos y que su forma de ser o de actuar nos daña ¿que podremos hacer? No se puede cambiar al otro… Los psicólogos dicen que simplemente podremos marcharnos, entendiendo que será algo que pueda ocurrir y que es lo más normal del mundo. 

¿De qué depende lo que esperamos y lo que necesitamos en una relación? Por ejemplo, necesito que mi pareja pase conmigo más tiempo porque no me gusta estar solo/a, me siento abandonado/a por mi soledad. Mi pareja, por su lado, tiene mucho interés en su carrera y trabaja mucho y no puede pasar conmigo tanto tiempo. No significa que no me quiera. Pero a mi me parece que sí. Supongo que pienso que no es mi media naranja y me voy…

A eso se refieren algunos psicólogos. Pues, una pregunta más importante es ¿porque no puedo cambiar algo en mi mismo/a? ¿Lo único que puedo hacer es solo dejar mi relación?

Tengo el sentimiento de abandono y de soledad, pero en realidad no estoy solo/a y tengo a mi pareja. Además, con un consejo de psicólogos podré marcharme y buscar otra relación y en esta situación de verdad estaré soltero/a y abandonado/a.

Así mi sentimiento hace formar mi realidad.

El origen de toda situación, de todo problema es mi sentimiento de soledad. El sentimiento no depende de la realidad. Porque el sentimiento es algo transpersonal y se formó antes de que naciéramos. El sentimiento es una energía familiar muy profunda y se transmite desde generación a generación. ¡El sentimiento no es una emoción! La emoción si, es algo de aquí y ahora. Un sentimiento es más irracional y no tiene relación directa con la realidad.

La gente no suele tener costumbre de verse a sí misma y sentir unos sentimientos suyos porque no había ni un remedio para cambiarlos. Por eso en sociedad se dice que si no te gusta algo de tu pareja (de tu trabajo, de tus amistades etc) solo tienes que marcharte y buscar la otra.

Pero imagínate que ya existe un remedio, un método eficiente para cambiar tu sentimiento en ti mismo/a. Se puede dejar de sentir, como en nuestro ejemplo, la soledad y en realidad salvar la relación no porque fueras más paciente y tolerante sino porque estuvieras más completo sin que te faltara nada o nadie. Estás bien tanto soltero/a, como en pareja. Puedes continuar tu relación sin marcharte.

Entonces lo único que es necesario hacer es realizar una sesión de GSR para dejar de sentir tu sentimiento. Lo sé, suena un poco fantástico, pero GSR funciona así. Un sentimiento consiste en unos escenarios de nuestros antepasados que están como si hubieran sido grabados en nuestra subconsciencia. Se puede desempaquetarlos y así cambiar nuestra forma de ser (y el modo de pensar también) al estar más libres de la energía familiar, más adecuados y al final más feliz y sin romper nada en la vida real.

GSR es un método moderno y accesible. Se puede aprenderlo en unos días para realizar las sesiones de GSR a sí mismo/a.

El precio del curso es 230 euro.

Más información por este enlace.

Irina Komarova

Me llamo Irina Komarova. Soy especialista de GSR. Tengo mucha experiencia, ahora también hago sesiones en línea en español. Soy experta y formadora de GSR. Puedo ayudarte a aprender hacer las sesiones GSR a ti mismo (se llama el Primer módulo de GSR). Vivo en Kazajistán. Tengo dos hijos.

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