¿Sabías que la adicción a las compras tiene sus raíces en la historia de la familia?
Te lo contaré usando el ejemplo de una de mis clientas.
Es una mujer de edad media que vive en una de las capitales europeas, con ingresos sostenibles y armarios llenos de ropa que ni siquiera tuvo tiempo de ponerse. Su adicción a las compras no se refería sólo a la ropa. En el supermercado solía comprar productos para tener en reserva. Por ejemplo, al comprar tres latas de tomates tenía 5 de las mismas latas en su nevera en casa sin recordarlo.
El problema, según la mujer, se vio agravado por el hecho de que no pudo ahorrar el dinero necesario para la educación de su hijo debido a las compras extras.
Durante la sesión de GSR, fueron evidentes las historias familiares de hambre severo, privaciones, escasez y carencia. Resultó que los antepasados de la mujer procedían de la URSS. Durante la Segunda Guerra Mundial, no sólo sobrevivieron a todas las dificultades de la ocupación, sino que también sufrieron una pérdida insustituible: la muerte de los hijos de su bisabuela en la guerra.
Este sentimiento de “insustituibilidad” fue la base que provocó un deseo irresistible de comprar. La mujer comentó que cuando sus hijos eran pequeños, también les compraba tanta ropa como no necesitaban (es un proceso irracional e inconsciente como comprar la ropa no solo para los hijos propios, sino también “para los hijos de su bisabuela”).
A medida que avanzaba la sesión, “se restableció el orden” en la psique de la mujer: los procesos del pasado ya no estaban asociados con la realidad actual, un estado adecuado de seguridad y prosperidad se convirtió en la nueva norma para esta mujer.
Como resultado, dejó de hacer compras incontrolables, vendió alrededor de cien prendas innecesarias, empezó a sentirse más tranquila en general y comenzó a ahorrar el dinero para continuar la educación de su hijo en el extranjero👍
Así se resolvió en una sesión de GSR el problema de la adicción a las compras, que la mujer había intentado solucionar de diversas formas hasta entonces sin éxito.
