En este artículo vamos a hablar sobre los términos que utilizamos en el método GSR: el Sistema Familiar y el Destino Familiar. ¿Qué son y en qué nos sirve en nuestra vida real? ¿Por qué es importante entenderlo a cada padre y a cada madre?
El sistema familiar es un conjunto de generaciones de antepasados que tienen vínculos biológicos directos entre padres e hijos. Detrás de cada persona; desde el punto de vista del sistema familiar, hay un padre y una madre, quienes a su vez tuvieron sus propios padres, abuelos, luego, bisabuelas y bisabuelos desde hace muchas generaciones.
La energía de nuestros antepasados (energía familiar) fluye de padres a hijos, por lo que es importante entender que cuando una persona trabaja consigo misma con el método GSR, no puede influir directamente en sus padres, sino que crea cambios para sí mismo y sus hijos, nietos y futuros descendientes.
El Destino Familiar es parte de la psique humana, un sistema interno de recursos que cada persona recibe al nacer. Un individuo tiene parte de sus recursos de la familia materna, otra parte de la familia del padre. Y aquí ya no importa tanto qué influencia biográfica tuvieron los padres en la formación de su hijo. Incluso si, por las circunstancias (y las mismas energías familiares), el niño creció sin padres (por ejemplo, en un orfanato), continua heredando el sistema de recursos internos, en todo caso, de su padre y madre biológicos.
En este caso, el sistema de recursos se entiende como un complejo de talentos, capacidades, potencialidades que, en primer lugar, tienen como objetivo aumentar la supervivencia de una persona.
La peculiaridad del Destino Familiar, desde el punto de vista de GSR, es que, los recursos son diferentes, y no siempre conducen a la persona a la vida, a la felicidad, al bienestar… Por ejemplo, el recurso «vivir solo» empujará constantemente a una persona a dar forma a los eventos de su vida de tal manera que permanezca sola (entonces esta persona tiene este punto fuerte). El Destino Familiar no tiene el objetivo de “hacer feliz a una persona”. Por ejemplo, el Destino Familiar no brinda apoyo para el nacimiento de un niño y una persona quiere ser padre, en términos relativos, el Destino Familiar no «se preocupa» por esto.
También junto con los flujos de los recursos, un individuo obtiene, todas aquellos trastornos que sus antepasados formaron en estos flujos de recursos. Los bisabuelos vivían en condiciones mucho más difíciles que las que vivimos nosotros en el “aquí y ahora”. A menudo, las situaciones a las que se enfrentaban en su realidad eran tan aterradoras que las fuerzas mentales de una persona no eran suficientes para responder completamente (en el marco del flujo de recursos internos) a lo que estaba sucediendo. Así es como se formaron trastornos en la energía familiar, que una persona en la actualidad siente como un sentimiento.
Por ejemplo, una bisabuela dio a luz a ocho hijos (sobre el recurso materno del flujo de la procreación), pero siete de ellos murieron de hambre y enfermedades. Así que el flujo feminino para tener hijos se vio gravemente dañado. La bisnieta en la actualidad, que obtuvo este flujo del Destino Familiar para el nacimiento de los hijos, quizás nunca pueda convertirse en madre. Y en sus sentimientos, incluso puede sentirlo como un rechazo a tener hijos.
De manera similar, los flujos del dinero se interrumpen debido al despojo de los antepasados. Y los flujos, por ejemplo, del coraje, debido a eventos militares complejos en los que participaron los bisabuelos, pueden manifestarse como «precaución» y un deseo de estar en paz y tranquilidad.
Con estos trastornos, el sistema GSR trata a través de sesiones trabajar sobre el Destino Familiar .
Las sesiones GSR nos ayudan a cambiar nuestros sentimientos (que tenemos de Destino Familiar) para cambiar nuestra vida real y también mejorar la vida de nuestros hijos, porque ellos son nuestros descendientes.
Dmitry Ustinov, el autor del método GSR, dice sobre la crianza de los hijos:
“La crianza de los hijos es la transmisión del comportamiento. Es la influencia de padres a hijos a través de sus estados internos; los sentimientos.
Es decir, los hijos no se crían, no se educan con palabras o con moral, sino con el comportamiento de los padres a través de sus estados interiores. La crianza de un hijo es la transmisión de escenarios familiares, y, como es claro, se da sin la participación de los padres en la vida de los hijos, de manera inconsciente.
Por lo tanto, si los padres realmente quieren mejorar la crianza de sus hijos, es importante que se hagan a sí mismos sesiones GSR sobre sus estados internos, similares a los de su hijo…
No hay otra manera de educar. O sesiones… o el niño será criado por sí mismo, independientemente del padre, y de lo que el padre quiera, intente o lo que le enseñe. Si el padre tiene un sentimiento similar al del hijo o tiene un estado interior hacia la situación de su hijo, entonces la sesión de GSR le dará al niño un cambio más perceptible según la situación.
Si hay algunos estados que no están relacionados con el hijo de ninguna manera, en este caso una sesión GSR sobre ellos puede dar un cambio visible al niño, o puede dar un cambio interior menos obvio pero profundo, que cambiará en gran medida la vida del niño para el futuro.”