Existen dos enfoques opuestos hacia los errores:
- El primero estipula que los errores son parte integral del aprendizaje. Nos enfrentamos a muchos obstáculos para ganar experiencia en crecimiento, por lo que es importante asumir riesgos y celebrar los errores. Este punto de vista se adopta en las tareas creativas, en la crianza de los niños, en el desarrollo de nuevas habilidades.
- El segundo supone que el coste de un error puede ser demasiado alto y exige que el riesgo se elimine por completo. Un accidente de tráfico, un error al calcular los impuestos, una pérdida de tiempo en el quirófano, un problema humano en la producción o una estrategia empresarial deficitaria, pueden costar la vida a una persona u organización. Cuanto mayor sea la responsabilidad, más estrictos serán los criterios de infalibilidad. Este enfoque es aplicable en el desempeño de tareas profesionales, de conformidad con las normativas y las leyes.
Ambos puntos de vista tienen en cuenta que los errores son siempre subjetivos pero tienen consecuencias objetivas.
Por esta razón, todo el mundo conoce el miedo a cometer errores: cuanto más valoramos la responsabilidad, más miedo tenemos.
El miedo al fracaso se considera la norma y se condena su ausencia. Al mismo tiempo, para una persona en particular, todo es exactamente al revés: cuando nos invade el miedo, perdemos la capacidad de evaluar los riesgos y cometemos más errores.
La técnica GSR trabaja con estados internos y miedos. En una sesión de GSR, una persona elimina el miedo a cometer un error y recupera la capacidad de evaluar la situación con seriedad y tranquilidad.
¡El método GSR te permite cambiar tu actitud ante los errores de verdad y para siempre!
La técnica GSR trabaja con estados internos y miedos.
En una sesión de GSR, una persona trata el miedo a cometer errores y recupera la capacidad de evaluar la situación con adecuación.
La gestora María describe cómo lidió con el miedo a cometer errores con ayuda de las sesiones de GSR:
“Cuando cometía un error, aparecía un fallo dentro de mi. Siempre tenía que volver a comprobarlo todo y convertirme en una gran experta para poder aislarme de este fracaso.
Después de tratar este tema con las sesiones de GSR, yo reacciono con calma y me acepto a mi misma, incluso cuando me equivoco. No me encierro, tengo la fuerza y el deseo de resolverlo todo, y no estar excluida y huir, como lo hacía antes.
Por dentro, después de cometer un error me siento tranquila, este es el camino y la experiencia, ellos son el valor”.
Al aplicar el método GSR, una persona que se encuentra en un estado adecuado puede elegir qué punto de vista es más aplicable a la situación: abordar la tarea de manera creativa y darse el derecho a cometer un error, o el proceso requiere eliminar el riesgo de que ocurra tanto como sea posible.
Natalya, especialista GSR, contó cómo las sesiones sobre el miedo a cometer errores en el examen la ayudaron a ella y a su hijo en un tema estrictamente regulado:
“A mí los exámenes siempre me han causado pánico… Cuando mi hijo tuvo que hacer los exámenes de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) el año pasado me invadió una oleada de las mismas preocupaciones, ahora por él.
Ya dominé GSR, las sesiones me ayudaron a tener confianza en las habilidades de mi hijo, a afrontar los exámenes con calma y normalidad, dándole así a mi hijo la oportunidad de no dudar de sí mismo.
En la preparación para los exámenes de Bachillerato , hicimos varios sesiones GSR:
- sobre unos errores torpes en los deberes de matemáticas,
- sobre el miedo a suspender el examen con malas notas.
Como resultado, mi hijo estaba completamente concentrado, tranquilo y seguro de sí mismo, con conocimiento de la materia y con ganas de hacer cosas más complejas. ¡Los exámenes se aprobaron excelentemente!».
Julia, especialista GSR, trabajó con un cliente con el encargo de “plantar manzanos en el campo de la manera correcta”. Esto es lo que ella notó:
“El enfoque de plantar manzanos era solo la punta del iceberg. En la sesión del GSR por miedo al error se identificaron escenarios que formaron la actitud ante los retos en general:
- esperar a que se resuelva de manera mágica sin participación personal;
- un sentimiento de desesperanza, de que todo se arrastra sobre sí misma;
- dejar sus deberes para “jugar al ping-pong” con su marido y sus hijos;
- no realizar todo de la mejor manera, sólo a la mitad;
- aceptar acusaciones/críticas en su contra con fatalidad.
Después de la sesión, la clienta escribió que ella misma tomó todas las decisiones, desarrolló el diseño de la plantación y que si ella y su esposo deciden construir algo, ¡ella está fácilmente lista para rediseñarlo!”.
A menudo, una persona tiene mucho miedo a cometer un error en su carrera y en sus relaciones, ya que de ello depende la dirección de toda su vida.
La especialista de GSR Asel describe el trabajo con una clienta sobre un fuerte miedo paralizante a cometer unos errores, que bloqueaba su vida en general:
“Los propios errores de la clienta le parecieron irreversibles, le causaron shock y horror. Las críticas de otra persona fueron percibidas con dolor y recordadas durante mucho tiempo. La clienta tampoco podía tratar con calma los errores de otras personas, le volvían loca. Todo esto gastó vitalidad, hasta que no tuvo ganas de hacer cosas necesarias.
Después de la sesión de GSR, la clienta dejó de castigarse por haber hecho algo mal. Ahora toma decisiones como le parece mejor, sin mirar a nadie.
Dejó de discutir con su marido y su madre por los errores, no tiene sensación de que el mundo se haya acabado».
En resumen, trabajar en la metodología GSR nos permite cambiar radicalmente nuestra relación hacia el miedo de cometer algunos errores:
- Eliminando la influencia del miedo, encontrar el enfoque óptimo para completar una tarea con margen de maniobra o de manera regulada con precisión y sin ningún error.
- Aceptarse a uno mismo y a nuestros seres queridos y elegir rumbos en la vida sin la presión del miedo.
©La traducción de Irina Komarova para el proyecto GSR World