Un hombre muerto que ha enamorado de la vida…

Yo ya no creo en nada. Porque definitivamente los milagros no existen. Nadie me convencerá de esto… Me despierto todas las mañanas y no sé para qué. Yo le pregunto no se a quien, ¿a Dios?, probablemente a él «¿Cuándo voy a morir?».

Vivo en un piso muy pequeño alquilado en la planta baja, por el que pago la mitad de mis ingresos.

Arriba mía vive una señora que está loca, a la que todos sus seres queridos la han abandonado, ella habla y grita por las noches con diferentes voces, y a veces provoca incendios y escapes de agua, por lo que todo se inunda constantemente y huele a podrido y a orines. No tengo dinero para mudarme…Tengo depresión.

Yo deseo un sueño irrealizable.

Tengo un sentimiento de soledad que me quema incluso cuando estoy con gente alegre; y la sensación de que nada tiene sentido, porque por dentro sé con certeza que todo en mi vida terminará pronto… Lo sé con certeza, y siempre lo supe, incluso sé cuándo y sé qué no hay salida.

En este momento, con mis 32 años, tengo varios intentos de suicidio, muchos años con depresión, seguidos con intentos de comenzar a cambiar algo en mi vida con psicólogos y chamanes en varias prácticas. Durante estos intentos, anduve por todos lados.  Pero mis intentos de mejorar mi vida siempre se desmoronan por completo y se hacen añicos a la mañana siguiente. Y sigo tomando alcohol por las tardes, y lloro.

No hay esperanza de que tenga otra cosa. Poseo apatía y futilidad. Exteriormente, tengo la máscara de una persona exitosa que se esfuerza por convertirse en una estrella.

Y también construyo una carrera,  lo intento e incluso como si lo consiguiera.

Veo cómo viven los demás: alguien tiene reconocimiento, éxito, ropa cara, regalos, vida, viajes… Todo esto no brilla para mí, ni me ilumina y no tengo ganas de nada. Soy una persona viva, pero un sonriente hombre muerto. Todavía tengo la fuerza para sentir este dolor…

Es primavera del año 2018, y el que también se llama Alexei Zamorin, es un desconocido para mí.

Conocí sobre el método GSR el 30 de junio del año 2018, era el día de mi primera sesión GSR. 

Lo primero que cambió de inmediato fue como me sentía yo mismo, se volvió más fácil para mí, como si algo dentro se desatara en algún lugar profundo de mi alma. Por primera vez me sentí mejor, en vez de estar en completa oscuridad; era como si se hubiera encendido una bombilla pequeña (mi fuego interior).

Estuvo más luminoso por dentro…

El shock fue que no pude encontrar en mí mismo el estado con el que tratamos con el método GSR. Simplemente se fué este estado y en lugar de eso esta pequeña lámpara se iluminó por dentro. Y se convirtió en mi faro. Lo hizo incluso cuando mis otros numerosos estados perversos fueran hallados en mí.

Solo un punto positivo: una luz en mi interior del tamaño de un grano de arena, pero se convirtió en el punto más estable de todo lo que había en mí… No podía llamarse de otra forma, sino de un milagro…

Apareció en mí un pequeño brote de vida, un cambio interior, que pensaba que no se podía cambiar; “mi imposibilidad”.

Tengo la esperanza de poder cambiarme a mí mismo y mejorar mi vida…

De un especialista aprendí lo increíble de lo que se puede hacer en esas sesiones tú mismo con la ayuda del primer módulo de GSR. Y me dí cuenta de lo que quería. En ese momento no tenía casi nada en mi cuenta bancaria, y empecé a ahorrar. 

Y pronto compré el vídeo taller del primer módulo de GSR y lo dominé muy rápido y realicé mi primera sesión GSR. Así empecé mi camino hacia mi mismo, hacia lo que era “mi imposibilidad”.

Arranqué de mi todo el dolor y el sufrimiento, toda mi herencia familiar, comencé a hacer sesiones todos los días, para mis diferentes estados interiores.

Y desde hace cinco años he estado realizando un milagro para mí, cada día haciéndolo no solo para mí, sino también para cientos de personas, convirtiéndome en un especialista GSR…

Gracias a la práctica del primer módulo, todo cambió ¡Esa bombilla se transformó en un gran resplandor por dentro!

Esta luz se ha convertido en mi vida. La amo, la amo en cada pequeño momento.

Es valioso para mí, es lo más valioso que tengo, es mi milagro personal con el tamaño del universo… Todo ha cambiado y muchas veces. Yo mismo he cambiado mucho.

Ya no creo en los milagros, sé que todos los días hago uno para mí con el primer  módulo de GSR.

Al crear un nuevo “yo” con cada sesión, obtuve tantos resultados sorprendentes, logré hermosos objetivos y cada vez fue imposible desde el punto de vista de mi realidad. He cumplido muchos de mis sueños…

Pues, lo que sucedió en los 5 años de práctica del primer Módulo de GSR. A “grandes trazos”. A continuación les compartiré los muchos cambios de mi vida:

  • Me convertí en especialista de canto, tengo una certificación internacional.
  • Realicé un concierto de mis propias canciones, en una sala de conciertos llena de gente.
  • Hice un discurso ante una audiencia profesional con 38.000 personas.
  • Mejoré mi salud y realicé una costosa operación, que me salvó de una grave enfermedad crónica. Gané dinero para poder realizarla.
  • Tripliqué mis ingresos por docencia.
  • Me mudé a un piso nuevo y bonito.
  • Abrí mi propia escuela de canto e incluso contraté profesores
  • Creé mi propio método de diseño emocional de canción.
  • Preparé decenas de estudiantes para sus importantes objetivos
  • Tengo mis perfiles en las redes sociales y soy muy activo
  • Comencé a practicar GSR cada día 
  • Con la ayuda del primer módulo de GSR, atrajé inversiones (dinero) para mi desarrollo personal
  • Me trasladé a vivir a Tailandia a estudiar presencialmente con el creador del sistema GSR.
  • Llevé viviendo 3 años en Tailandia 
  • Dominé la profesión de especialista GSR
  • Dominé las habilidades más profundas del sistema GSR
  • Realicé más de 2.500 sesiones para clientes
  • Visité muchos países diferentes
  • Adquirí educación de alta calidad
  • Aumenté mis ingresos por 10 
  • Construyo  una relación de pareja creando una familia para mí mismo.
  • Ahora vivo en un piso bonito de 180 metros cuadrados y disfruto de una vista espectacular a las montañas
  • Trabajo en remoto y puedo viajar libremente.
  • Pude recuperarme y sobrevivir a la muerte de mi madre y continuar viviendo sin dolor, con un corazón lleno de amor y gratitud por ella.
  • Adquirí un núcleo interno inflexible y aumenté mi confianza en mí mismo.
  • Acompaño a mis clientes hacia sus sueños y metas como experto del sistema GSR
  • A veces lloro de alegría por los resultados de las personas que confiaron en mí. Muchas de ellas también usan el primer módulo de GSR en sus vidas….
  • El alcohol, sin ningún esfuerzo, desapareció de mi vida por completo.

De esta manera se puede continuar sin parar.

Yo sigo haciendo las sesiones GSR. Veo más allá de mis sueños, más allá de mi mismo, este es un camino fascinante e interesante de cambios profundos y hermosos.

Aún quedan muchos ámbitos de la vida en los que me gustaría encender la primera bombilla de luz, la primera bombilla llamada “la vida”.

Gracias al primer módulo, vivo y amo mi vida,  incluso cuando no es fácil y tengo dificultades, soy una persona viva, pero sé que tengo una herramienta para cambiar todo en mi vida.  Porque todo es posible con el primer Módulo de GSR.

Hasta lo imposible…

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